El Edificio Cervino es el resultado de la superposicion de varios patrones geométricos gradientes que buscan la desmaterialización de los elementos construidos para a componer una arquitectura ambigua, dinámica y variable.

Se pretende establecer un sistema que permita controlar la incidencia de ciertos factores sobre el edificio y la incidencia del edificio sobre la ciudad.

Se ha utilizado a la gradación como la respuesta a varios de los retos de diseño.

La inserción del edificio en el contexto se resuelve constituyendo su fachada con una secuencia aleatoria que pretende licuar la cromática de los edificios adyacentes en una piel porosa, la cual permite controlar la incidencia del sol sobre los espacios interiores, pero que a la vez permite la permeabilidad visual.

Los patrones geométricos sirven de motivo para componer todas las fachadas, utilizándolos en distintas formas y materiales.  – Revista Domus